Hoy 10 de marzo, a 71 años de su nacimiento, la influencia del inolvidable Norberto Aníbal Napolitano -la manera elegante de decir Pappo- en la escena rockera argentina sigue más presente y más vigente que nunca. Dueño de un talento inigualable, de una personalidad inefable y de una vida con millares de anécdotas, elegimos hoy -a modo de sencillo homenaje- una de las más desopilantes que tuvo lugar en algún momento del final de la década del 70, allá por la lejana Alemania y en el legendario club de Hamburgo que fue escenario de las primeras andanzas de los no menos legendarios Beatles, pero que además incluye otros personajes (un par de ellos MUY conocidos) y como si fuera poco, un hecho delictivo (!)… Con ustedes Pappo, en sus propias palabras.

Pappo en los descoloridos 70 en Argentina, antes de pirar para España

“Terminó Aeroblus y me fui a España. De ahí a Inglaterra y después a Alemania. En todos esos lugares estuve tocando. En Inglaterra toqué con la banda de Peter Green. Fue increíble. Estuve zapando con Lemmy (Kilmister), actualmente el bajista de Motörhead, por entonces él quería hacer una banda… me mostró el logo, el nombre, buenísimo. Un día vino Peter Green al estudio, estaba buscando músicos y me preguntó si quería tocar la guitarra en su banda porque él ya no podía tocar. Claro… yo largué todo, que si no, hubiera estado en Motörhead. Me perdí una de primera, pero en esos momentos ver a Peter Green era como ver a Jesucristo. Salimos de gira seis meses por Inglaterra.

Peter Green, el equivalente de verle la cara a dios

Cuando terminó, él volvió a internarse porque estaba medio loco y yo viajé a Alemania, a pedido de un baterista alemán que conocí en Inglaterra. Toqué seis meses en un club llamado Top 10, en un barrio muy bajo de Hamburgo, en el puerto. Allí están todos los boliches, el barrio chino, la prostitución, las drogas y la mafia. Los Beatles tocaron allí, y yo toqué en el Top Ten club por seis meses… ¡La viejita del baño le cosía los pantalones a John Lennon! Una vez le llevé a que me cosiera un botón y me contó ‘Las veces que le habré remendado los pantalones a Lennon…’ Y después la viejita -tenía como 80 años- me decía ‘¿Quiere droga? ¿Quiere droga?’: ¡cosía botones y vendía jabones y drogas!

El Top Ten, con jabones y drogas en oferta

De Alemania me tuve que ir corriendo porque terminó el contrato. Me quedé en bolas en una calle muy fría. La guitarra que me dio la banda me la llevé, todavía me deben estar buscando. Era una Les Paul”

(Del libro “Heavy Metal Argentino”, Frank Blumetti & Carlos Parise, 1993)

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